El bienestar físico es algo a lo que toda persona le otorga gran importancia. De hecho, muchas personas se esfuerzan mucho y gastan enormes cantidades de dinero para mantener su cuerpo en forma y su salud bien. Ya sea hacer ejercicio diariamente, mantener un plan de dieta estricto u otras cosas, una persona estará preparada para hacer todo esto diligentemente, porque comprende la importancia de su bienestar físico.
Si bien cuidar la salud del cuerpo físico de uno es realmente muy importante, las personas generalmente no se dan cuenta de que la salud física no es la única preocupación que deberían tener. Más bien, la “salud” del ser espiritual de uno es aún más importante.
En una de las súplicas muy completas que Rasulul’lah ﷺ hizo, él ﷺ busca la protección de cuatro cosas dañinas que incluyen aspectos relacionados con el yo físico y espiritual de uno. Esta Dua es:
اَللّٰهُمَّ إِنّي أَعُوْذُ بِكَ مِنْ مُنكَرَاتِ الأَخْلاَقِ والأَعْمَالِ وَالْأَهْوَاءِ وَالْأَدْوَاءِ
“¡Oh, Al’lah!, busco tu protección del mal carácter, las malas acciones, los malos deseos y las malas enfermedades”. [Sunan Tirmizi #3591, Hakim #1949 y Al-Yamius Saguir #1472)
Rasulul’lah ﷺ cuando busca protección de estas cosas, en primer lugar, nos explica su naturaleza dañina y, en segundo lugar, nos sirve como una lección para que la umma también busque protección de ellas.
La explicación de estos cuatro aspectos es la siguiente:
1. Mal carácter: El mal carácter es un término amplio que se refiere a todas las malas cualidades internas, como la avaricia, la enemistad, los celos, el orgullo, la desvergüenza, etc.
2. Malas acciones: Esto se refiere a las malas acciones externas que incluyen tanto pecados mayores como menores.
3. Malos deseos: Esto podría incluir aquellas creencias e ideologías que están en contra del Corán y los hadices, así como los pensamientos y malos deseos que le vienen a la mente de una persona y que luego tienen un gran impacto en su comportamiento y acciones.
4. Enfermedades malignas: Esto se refiere a las enfermedades y dolencias graves que afligen el ser físico (incluso mental) de una persona.
[Adaptado de Mirqat vol. 5, pág. 327 y Faidhul Qadir vol. 2, pág. 138]
Estos cuatro aspectos tienen un vínculo y una conexión asombrosa. Cuando una persona tiene un mal carácter, este la lleva a cometer malas acciones. A partir de entonces, por las acciones que comete, sus deseos se agravan por lo que cae en un mal aún mayor. Esto entonces hace que el castigo y la ira de Al’lah Ta’ala desciendan sobre él de diferentes maneras, siendo una de ellas enfermedades y dolencias. Por ejemplo, cuando una persona tiene el mal carácter de la desvergüenza, hace que realice acciones incorrectas, como Zina, y posteriormente, con el tiempo, sus deseos empeoran hasta que finalmente la ira de Al’lah Ta’ala desciende sobre él y Lo aflige con enfermedades graves.
Por otro lado, cuando el yo interior de una persona es saludable debido a que posee un buen carácter, hará buenas acciones. Esto entonces resultará en que su mente esté sana, en el sentido de que estará protegida de malos pensamientos y deseos, y entonces su cuerpo físico también estará sano y salvo de ciertas enfermedades.
Por lo tanto, si una persona desea corregir estos otros aspectos de su vida, el primer y principal aspecto que debe preocuparle es su carácter, ya que es el punto de partida.