Sayyidah Aishah (radiyal’laju anja) transmite que Rasulul’lah dijo: “Aquel que busca complacer a Al’lah Ta’ala a través de (llevar a cabo una acción que agrada a Al’lah Ta’ala, pero que es) desagradable  (a) la gente, entonces Al’lah Ta’ala será suficiente contra la dificultad de la gente (es decir, la dificultad que experimenta de ellos), y el que busca el placer de la gente a través de (llevar a cabo una acción que agrada a la gente, pero es) desagradable (a) Al’lah Ta’ala, Al’lah Ta’ala lo abandonará y lo dejará en manos de la gente (es decir, perderá la asistencia divina de Al’lah Ta’ala y quedará a merced de la gente)”. [Sunan Tirmizi #2414]

En este bendito hadiz se nos enseña que, si un creyente alguna vez se encuentra en una situación en la que se ve obligado a elegir entre complacer a Al’lah Ta’ala a expensas de disgustar a la gente, y complacer a la gente a expensas de disgustar a Al’lah Ta’ala, entonces debe asegurarse de complacer a Al’lah Ta’ala.

Debe tenerse en cuenta que, si una persona es capaz de complacer a la gente y también a Al’lah Ta’ala, de tal manera que su Din no se vea comprometido de ninguna manera y la gente también sea feliz, entonces esto será lo ideal. Sin embargo, hay momentos en que una persona no puede complacer tanto a Al’lah Ta’ala como a la gente, ya que la decisión que la gente quiere que tome o la acción que quieren que se lleve a cabo está en conflicto directo con el mandato de Al’lah Ta’ala. En este caso, la lealtad de un creyente a Al’lah Ta’ala debe estar por encima de todo y asegurarse de complacer a Al’lah Ta’ala.

Por ejemplo, si los familiares de una persona desean que asista a una función mixta (es decir, una reunión sin Pardah, segregación, etc.), o una función en la que habrá música, fotografía y otros pecados similares, entonces dicha persona, debe asegurarse de complacer a Al’lah Ta’ala absteniéndose de asistir a tal función, aunque dé como resultado que sus familiares se disgusten.

Si uno permanece fiel ante Al’lah Ta’ala y lo complace, obtendrá la asistencia divina de Al’lah Ta’ala. Por lo tanto, Al’lah Ta’ala le bastará contra el daño o maltrato que la gente quiera infligirle. Por el contrario, si uno da preferencia a complacer a la gente, entonces Al’lah Ta’ala lo abandonará y lo dejará en manos de la gente. A partir de entonces, lo más probable es que las mismas personas a las que trató de complacer, y por cuyo bien disgustó a Al’lah Ta’ala, le darán la espalda, lo que resultará que se convierta en un perdedor en este mundo y en el venidero.

Con respecto a la inutilidad de aquel cuya misión es tratar de complacer a todas las personas, Imam Shafi’i (rajimajul’lah) una vez aconsejó a su estudiante, Yunus Bin Abdil A’la (rajimajul’lah), diciéndole: “Complacer a la gente es una meta que es inalcanzable (es decir, nunca podrá complacer y satisfacer a todas las personas en todo momento), y no hay forma de que puedas mantenerte a salvo de (las críticas y los comentarios negativos de) las personas. Por lo tanto, (no te preocupes por complacer a la gente y por sus comentarios negativos, sino más bien) preocúpate por lo que te beneficiará y aferrarte firmemente a eso (es decir, complacer a Al’lah Ta’ala, etc.)”.  [Siyaru A’lamin Nubala vol. 10, pág. 89]

De este consejo de oro de Imam Shafi’i (rajimajul’lah), aprendemos que nuestro enfoque principal y preocupación en la vida debe ser complacer y obedecer a Al’lah Ta’ala. Si adquirimos la felicidad divina de Al’lah Ta’ala, tendremos éxito en este mundo y en el próximo.

Que Al’lah Ta’ala nos bendiga a todos con Su placer divino, amén.