Recientemente, en Sudáfrica apareció en escena una nueva bebida energética. Conocida como “Prime Hydration”, que arrasó todo el mercado. Todos los jóvenes querían ser vistos con una botella de Prime en la mano, y debido a que las cantidades inicialmente eran limitadas, una mísera botella se vendía por más de R500 [$27.00].

Sin embargo, a pesar de que Prime no era más que un energético sobrestimado, la demanda en realidad aumentó, ya que la gente estaba desesperada por tener en sus manos esta bebida.

El caso de Prime es un ejemplo “primo” de FOMO (miedo a perderse algo). Dado que todo el mundo estaba hablando de eso, y estaba dominando los titulares de los medios, todos lo querían y nadie quería quedarse atrás.

El elemento de FOMO es de hecho un poderoso factor motivador. Si se abre un nuevo restaurante, todos quieren ir a probar y nadie quiere quedarse atrás. Cuando se descubre un nuevo destino de vacaciones o se vuelve popular, todos comienzan a reservar sus boletos.

Sin embargo, la triste realidad es que el 99% de las veces, el FOMO de la gente gira solo en torno a la vida material y el entretenimiento. Rara vez una persona siente miedo a perderse (las recompensas) cuando se trata del Din y actos de justicia y piedad.

Se informa que en una ocasión, Abu Zar Guifari (radiyal’lahu anhu) vino donde Rasulul’lah ﷺ y le dijo: “¡Oh, Mensajero de Al’lah ﷺ! ¡Los ricos se han llevado todas las recompensas! ellos ofrecen Salah tal como nosotros (los pobres) ofrecemos Salah, y observan ayuno como nosotros ayunamos, y además poseen riquezas (más allá de sus necesidades) la cual gastan en el camino de Sadaqah, mientras que nosotros (los pobres) no poseemos ninguna riqueza para gastar en Sadaqah (y así nos quedamos atrás que ellos en recompensas”.

Rasulul’lah ﷺ le respondió: “¡Oh, Abu Zar! ¿te gustaría que te enseñé algunas palabras que son tales que al (recitarlas) alcanzarás [en recompensa] a los que están delante de ti, y los que están detrás de ti no podrán alcanzarte, excepto alguien que lleve a cabo la misma acción que tú (es decir, también recite esas palabras de Zikr)?” Abu Zar (radiyal’lahu anhu) (estaba muy contento y) dijo: “¡sí, claro que sí (enséñame esas palabras), oh, Mensajero de Al’lah Ta’ala!”

Rasulul’lah ﷺ luego le instruyó recitar el Tasbih Fatimi después de cada Fard Salah, agregándole las siguientes palabras al terminar:

لَا إِلٰهَ إِلَّا اللهُ وَحْدَهُ لَا شَرِيْكَ لَهُ لَهُ الْمُلْكُ وَلَهُ الْحَمْدُ وَهُوَ عَلٰى كُلِّ شَيْءٍ قَدِيْر

Rasulul’lah ﷺ además explicó que el beneficio y la virtud de recitar esto será que todos los pecados (menores) de uno serán perdonados, incluso si son tantos como las espumas del océano. [Sunan Abi Dawud 1504]

Del hadiz anterior, vemos que los Sahaba (radiyal’lahu anhum) también estaban preocupados de que no se perdieran algo y se quedaran atrás. Sin embargo, debido a su fuerte Iman, sus prioridades estaban en orden y sus mentalidades eran correctas. Por lo tanto, ninguno quería quedarse atrás cuando surgían las oportunidades de ganar las inmensas recompensas del más allá, y competían entre sí para llevar a cabo obras de justicia y piedad.

Desafortunadamente, debido a nuestro apego al mundo material, y a las redes sociales en particular, nuestros días y nuestras noches giran en torno a la búsqueda de lo material y entretenimiento. Por lo tanto, aunque la mayoría de nosotros somos conscientes de las abundantes y grandes virtudes de recitar el Tasbih Fatimi, y aunque lleva solo uno o dos minutos recitar, la mayoría de nosotros descuidamos recitarlo.

Por el contrario, si un lujoso Resort está vendiendo estadías a $50.00, y la cantidad de boletos y el período para reservar son limitados, muchos de nosotros estaremos dispuestos para pasar horas, para adquirir estos boletos.

¿Por qué no se muestra el mismo fervor, celo y entusiasmo por las recompensas del Más Allá? La respuesta es que nuestro Iman se ha debilitado. Hemos perdido de vista el Yannah y hemos olvidado nuestro destino final y nuestra verdadera meta en la vida.

La solución es que reduzcamos nuestra participación con lo material y el tiempo que pasamos en las redes sociales, y hagamos un esfuerzo por fortalecer nuestro Iman . Insha Al’lah, si llevaremos a cabo el Talim diario en casa, haremos Zikr diariamente, recitaremos algo de Corán diariamente, haremos Dua para nuestro Iman y el de nuestros hijos y la umma, entonces Al’lah Ta’ala nos ayudará y encontraremos que nuestros valores y prioridades se inclinarán al Din y la sunna.

Que Al’lah Ta’ala nos bendiga con verdadero Iman y el anhelo de competir por el Yannah, Amin.