“¡Pero estoy aburrido!”… Estas son las palabras que la mayoría de las madres temen escuchar de sus hijos, especialmente durante las vacaciones.
Con la escuela y la madrasa cerrada, no es ningún secreto que los niños pequeños necesitan una salida para su exuberante energía. Lo que agrava la situación es que debido a su poca capacidad de atención, incluso si a los niños se les asigna una actividad o se les da algún juguete para jugar, rápidamente pierden interés en ella, después de lo cual pronto se escuchan nuevamente las temidas palabras: “¡estoy aburrido!”
Si bien los niños pueden estar de vacaciones, con toda probabilidad, las madres no lo están, por lo que aún deben ocuparse de la limpieza, la cocina y otras responsabilidades del hogar. Ante este desafío, muchas madres optan por tomar el camino más fácil. Entregan un dispositivo en las manos de sus hijos y confían en el dispositivo para mantenerlos entretenidos, o los envían a la casa de sus amigos por un tiempo. Algunos padres pueden incluso darles a sus hijos un poco de dinero y dejarlos en los centro comercial por todo el día, confiando en que se alimentarán y se entretendrán solos y no se meterán en problemas.
Este enfoque, aunque aparentemente gratificante a corto plazo, conduce a innumerables problemas y consecuencias negativas a largo plazo.
Nuestros hijos son nuestra propia responsabilidad personal. Así como nuestro deber es garantizar su seguridad física y su salud corporal, también lo es velar por su salud espiritual (del Din y el Iman). Como que seremos cuestionados, en el Día de Quiyamah, por la forma en que criamos a nuestros hijos, entonces no podemos darnos el lujo de tomar atajos u optar por arreglos rápidos, especialmente cuando los arreglos rápidos tienen repercusiones a largo plazo y efectos nocivos duraderos.
Los daños de dejar a los niños desatendidos con dispositivos móviles han sido discutidos por muchos ulemas en muchas ocasiones, y también se han expuesto en muchos artículos. Incluso los psicólogos están haciendo sonar las alarmas sobre las implicaciones a largo plazo de recurrir a esta solución rápida. No solo empeora la salud física del niño, sino que también sufre su salud mental y emocional, como se ve en estos niños que luego se vuelven retraídos, malhumorados, antisociales, etc.
Sin embargo, la consecuencia más grave es el daño al Din del niño, ya que a través de estos dispositivos, muchos niños están expuestos a música, videos, redes sociales y otros elementos similares que conducen a que su Iman se corroa y sus creencias básicas se erosionen.
Si algún padre desea enviar a su hijo a la casa de un amigo, primero debemos asegurarnos de que el Din del niño esté seguro. No debemos enviar a nuestros hijos a un hogar donde hay televisión, se escucha música, la gente se viste incorrectamente, no se muestra suficiente precaución para comer alimentos halal, no se le da importancia a los Salah, etc. Si tenemos un hijo que es un poco grande, debemos ser cautelosos en enviarlo a un hogar donde haya niñas, ya que fácilmente caerán en pecado.
Darles a nuestros hijos la tarjeta de crédito, o un puñado de efectivo, y dejarlos en algún lugar por el día entero es una receta segura para el desastre. La posibilidad de que estos niños caigan en el pecado y en haram es tan obvia que no es necesario elaborarla.
En este punto, uno puede preguntarse: “En ese caso, ¿cómo puedo mantener ocupado a mi hijo en las vacaciones?” La respuesta es que no hay atajos. Aunque se puede alentar a los niños mayores a salir en Yamat durante algún tiempo, en última instancia, somos los padres. Depende de nosotros pasar tiempo con nuestros hijos y asegurarnos de que somos una parte positiva de sus vidas y una influencia positiva en su crianza.
Cuando nos despertamos para el Salah de Tahayyud o Fayr, también debemos despertar amorosamente a nuestros hijos. Después de ofrecer el Salah de Fayr, podemos sentarnos juntos, aunque sea por un rato, y realizar algo de Zikr y recitar el Corán. Si el padre tiene la costumbre de dar una caminata corta después del Fayr, ahora tiene la oportunidad de llevar a su hijo con él.
Cuando la madre comienza su trabajo diario, puede involucrar a sus hijas pequeñas. Si tiene un niña pequeña, puede llenar un balde con un poco de agua, colocarlo afuera, llenarlo con algunos platos de plástico y dejar que su hija ayude a “lavar los platos”. Del mismo modo, puede que le dé una escoba pequeña para “ayudarla” a barrer. Al preparar Roti, puede darle a su hija una pequeña bola de masa. Estas actividades simples, para una mente pequeña, son fascinantes, divertidas y placenteras, especialmente cuando se realizan con los padres.
Si el hijo es lo suficientemente grande, el padre puede incluso llevarlo a la tienda o al trabajo. El padre puede darle un pequeño trabajo para hacer, como almacenar el estante, con la promesa de un pequeño salario al final del día.
Mantener a los niños ocupados de esta manera no es solo un medio de enseñarles algo práctico y productivo, sino también un medio para que los padres se vinculen con sus hijos y pasen tiempo con ellos de manera positiva y amorosa.
El único requisito para esto es paciencia. Con el estilo de vida actual, todo el mundo siempre tiene prisa, por lo que su propia madre considera que la niña pequeña, que quiere ayudar para preparar su Roti, es un obstáculo. Lamentablemente, en lugar de que la madre le dedique tiempo a su hija, prefiere ignorarla y confiarla al iPad…
Nuestros hijos son el legado y la inversión que dejaremos tras nuestra muerte. El tiempo que se pasa con ellos, mostrándoles amor y atención, no es tiempo perdido, es tiempo que se pasa de la manera más provechosa y gratificante.
Que Al’lah Ta’ala nos ayude a todos a ser buenos padres, y que proteja a nuestros hijos de todos los vicios y pecados, amén.