Había una vez una esposa cuyo esposo se fue de casa en un viaje de negocios. Se aventuró en el extranjero durante dos semanas durante las cuales tuvo una apretada agenda que cumplir, reuniéndose con varios fabricantes y proveedores.

Sin embargo, a pesar de la gran distancia y de su agenda llena, llamó a su esposa y le envió algunos mensajes al menos una vez al día. Durante el viaje, incluso dispuso que se le entregara en su casa un pequeño ramo de flores, envuelto con cintas y acompañado de una pequeña caja de bombones.

Al recibir las llamadas telefónicas y los mensajes diarios, su esposa se llenó de alegría y felicidad. Asimismo, al recibir las flores quedó absolutamente encantada. Ni una sola vez miró la cantidad de palabras del mensaje, ni el valor de las flores o el tipo de chocolates en la caja.

Más bien, lo que importaba era que su esposo no la olvidara, y eso era lo que más significaba para ella.

Ahora, imagine un escenario opuesto, donde el esposo le dio un trato silencioso a su esposa. Se comunicó con todos los demás, pero la ignoró por completo. ¿Cómo se sentiría una esposa así? Obviamente, ella sentiría que él no la ama ni la considera en absoluto, por lo que ni siquiera podría tomarse unos minutos para recordarla.

De la misma manera, el vínculo y la relación que todo creyente tiene con su Rabb (Señor) es de amor. Cuando el vínculo y la relación son de amor, entonces la demanda del amor es que debemos recordar a nuestro Amado Al’lah Ta’ala en todo momento. Recordar a nuestro Amado Al’lah en todo momento indica que el amor es profundo, verdadero y sincero, mientras que olvidar a nuestro Amado Al’lah indica que la relación no se basa en el amor verdadero. Tal vez se base en la conveniencia y, por lo tanto, solo recordamos a nuestro Rabb (señor) cuando nos conviene.

En el Glorioso Corán, Al’lah Ta’ala dice: “Recuérdame y yo te recordaré…” [sura: Baqarah, aleya:152] Por lo tanto, si solo recordamos a Al’lah Ta’ala de vez en cuando, cuando nos conviene, entonces, ¿cómo ¿Esperamos que Al’lah Ta’ala se acuerde de nosotros en todo momento derramando continuamente Su misericordia especial sobre nosotros, viniendo en nuestra ayuda en nuestra hora de necesidad, bendiciéndonos con barakah (bendiciones) en nuestras vidas, etc.?

Cuando hablamos de ‘recordar a Al’lah Ta’ala’, a menudo lo que nos viene a la mente es dedicarnos en Zikr, recitar el Glorioso Corán o alguna otra forma de Zikr verbal. Sin embargo, aunque estas son formas de Zikr, el término Zikr no se limita a la adoración con la lengua. Más bien, el verdadero Zikr es permanecer en la obediencia de Al’lah Ta’ala en todo momento, y esto es lo que significa ‘recordar a Al’lah Ta’ala’.

En el hadiz, Rasulul’lah ﷺ mencionó: “Aquel que obedece a Al’lah ha recordado a Al’lah, aunque sus Salah Nafl (opcionales), ayunos Nafl y recitación del Corán sean pocos, y aquel que desobedece a Al’lah ciertamente se ha olvidado de Al’lah, a pesar de que sus Salah Nafl, ayunos y la recitación del Corán sean abundantes”. [Az-Zuhd – Ibnul Mubarak – Zawaid de Nu’aim Bin Hammad #70]

Hay muchas personas que son estrictas con respecto a su Din durante todo el año. Permanecen puntuales en ofrecer sus Salah correctamente, mantenien un Purdah correcto, evitan lugares de vicio, etc. Sin embargo, tan pronto como comienzan las vacaciones, relajan sus estándares. Se vuelven negligentes en obedecer a Al’lah Ta’ala, y también se vuelven laxos en recitar el Corán, dedicarse en zikr, etc.

¿Cómo se refleja esta conducta en su relación con su Rabb? ¿Son más como el esposo devoto que, pase lo que pase, nunca olvida a su esposa, o son como el esposo que solo la recuerda cuando le conviene?

Si recordamos a Al’lah Ta’ala, no lo beneficiaremos ni lo ayudaremos de ninguna manera, ya que Él es completamente independiente de toda la creación. Más bien, recordarlo es para nuestro beneficio. Cuanto más lo recordemos, más Él nos recordará y más éxito tendremos en este mundo y en el venidero.